domingo, agosto 14, 2005

manual para la vida indiaria de un polvoriento der platzhalter des nichts 8



22.
en las cuevas endeudadas retírate de las sombras avejentadas, solo consume el licor
de la manera en que siempre tus venas regale la sonrisa a la aguja, aguanta la respiración enclaustrada siempre, ábrete a nuevos charcos mentales.

23
caminando en los rellenos de cal, encharcados justo cuando las nubes dejaron caer sus
hijos empaquetados, recuerda brincar sobre la sonrisa arenosa.

24

saborea tu neurosis, tus espasmos aglutinados en líneas pensantes, recuerda que en camino largo, en camino sin pies y en camino con el alma serruchada, será tu mas fiel compañero en la incrustación de ideas paranoicas, devuélvete y trata de llegar a una razón tomada de la mano con el cerrojo empaquetado de ilusiones parapléjicas.


25
hurga y hurga en las humeantes esquinas de tu castrada cultura, en la regurgitación de la razón, y en la parpadeante independencia de las grasas en la mente, veras que no llegas a ningún lado, solo tu reflejo vidente será el testigo de la downleada manta obscura, aplaudida por los idiotas. Ósea tus almas engendradas de la esquina.


26
en pleno atropellamiento de razón, déjate caer al vació, pon el cd player, dale al
track tu hora iluminada, y deja que coltrane te doble y te reconstruya en melodías y te acicale, nublada el alma te dejara, a si solo sabrás que tu espacio se reduce a gaseosas
dudas, ansiedades y respuestas, estarás feliz en tu enclaustrado mundo.


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