jueves, agosto 19, 2004

Autechre, máquinas deseantes

1. Es posible que uno de los puntos insoslayables de toda tentativa de análisis de un grupo de música electrónica contemporánea sea estudiar que relación establece con Kraftwerk, la agrupación alemana que juega un papel fundacional en la música electrónica dentro del contexto cultural del rock a principios de los ‘70. Y en el caso de Autechre, los contrastes que sostiene con esa referencia fundamental son reveladores. Donde Kraftwerk construye un descriptivismo urbano que remite a cierto ideal de transparencia comunicativa y representacional, Autechre parece centrarse en la obstrucción, la distorsión., en el ruido inherente a toda comunicación.

2.Autechre, como gran parte de la nueva electrónica surgida a fines de los ochenta, retoma las líneas de experimentación del ambient, género producto del entrecruzamiento de la electrónica "tradicional" con la psicodelia. Esa suerte de paisajismo atópico que emerge de la música de Autechre en oposición al neorrealismo de Kraftwerk supone caídos los mitos de la armonía entre representación y objeto. Entre ellos emerge un abismo insalvable. Y Autechre parece más interesado en sumergirse en esa grieta para explorarla que en intentar tender puentes que restablezcan la buena correspondencia.

3.Si en Kraftwerk hay claras referencias al constructivismo ruso posrrevolucionario, y de algún modo su obra parece una continuación del movimiento moderno en su confianza en el ideal de progreso, Autechre (para quienes ese modo de interpretar al mundo probablemente no tenga ningún sentido) parece retomar algunas de las ideas del constructivismo prerrevolucionario. Ese constructivismo de la inminencia de la revolución, para el cual el eje pasaba por la interrupción del orden formal, por la acentuación del desequilibrio. Si Kraftwerk se rige por la idea de la Máquina, como ensamblaje perfecto, eficiente y funcional, en Autechre parece prevalecer una noción de lo maquínico más afín a la elaborada por Deleuze y Guattari. Donde lo maquínico implica choques, roces, desequilibrio, dinámica, deseo.

4.Otra serie de oposiciones interesantes surge con la figura de Aphex Twin. Si la característica más saliente de la música de Aphex Twin es cierta dosis de Ingenio en la construcción de las obras, en Autechre juega un papel equivalente cierto tipo de Lirismo como común denominador de sus trabajos. Es evidente que Autechre escuchó con atención lo mejor de la escuela 4AD, inaugurada por "17 seconds" de The Cure a principios de los ‘80. Y si bien este enfoque puede constituir una limitación que Aphex Twin desconoce, el Ingenio puesto a funcionar por Richard D James, si bien por momentos puede resultar fascinante, por otros bordea (y a veces abraza decididamente) la autoindulgencia, en una especie de placer exhibicionista de experimentar/juguetear en público. Y tal vez esa limitación autoimpuesta por Autechre sea lo que permite construir su música desde la sublimación evitando caer en la "perversión polimorfa" de Aphex Twin.

5.La música de Autechre, a la vez envolvente e inaprehensible, concreta en su intensidad e impacto emocional y extremadamente abstracta en sus estructuras y líneas melódicas parece intentar trazar una cartografía del deseo, conciente de lo imposible de tal tarea. Parece querer fundirse con ese devenir, y permanecer incompleta, reescribiéndose permanentemente.

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